Reseña histórica SVP La historia nos trae al año 1981, año en que dos Hermanas de la Caridad Sor Francisca Martínez y Sor Eloísa Pérez ambas misioneras españolas tenían un desafío planteado:
Crear una escuela para acoger a tantos niños y niñas de las poblaciones Ampliación Prat y Arturo Prat de la ciudad de Copiapó, y proporcionarles una educación cristiana integral.
No se contaba con nada: ni edificio ni sala, ni mobiliario. Sólo el gran anhelo de ver una hermosa escuela que acogiese a lo niños que confiadamente entregaron sus madres al cuidado de esas manos ávidas de enseñar, acariciar y evangelizar.
El 2 de febrero de 1984, día de la Virgen de La Candelaria, se colocó la primera piedra de la construcción de la escuela, paralelamente se realizaba la matrícula para contar en el mes de marzo con 38 alumnos.
Como no había sala alguna para iniciar las clases, se contó con el apoyo de una sala anexa a la capilla “Nuestra Señora de los mineros”, generosamente cedida por el Padre Roberto Lebegué.
El 20 de marzo de 1984 se iniciaba el año escolar con los pequeños de Kinder junto a la recién egresada educadora de Párvulos María Teresa González y asumiendo como Directora la Hermana María Isabel de la Vega que además de ser la manipuladora y auxiliar de aseo alegraba a los pequeños con sus cantos y su bondadosa sonrisa.
Y llegó por fin el día tan deseado, el 14 de mayo de 1984 la emoción se hacía presente al ver a cada niño con su silla, caminando a la nueva escuela .
El día 15 de marzo de 1984 por primera vez se da inicio a la clase del 2º nivel de transición en la Escuela San Vicente de Paúl.
La bendición de la nueva sala fue impartida por nuestro obispo emérito Don Fernando Ariztía Ruiz en compañía del padre Roberto Lebegué.
Continuando con las gestiones, el 28 de diciembre, el Ministerio de Educación otorgaba la autorización para el funcionamiento del Primer Año Básico del año 1985.
Han transcurrido los años y varias generaciones han crecido junto a la Escuela, la han visto crecer en alumnado, calidad académica e infraestructura.
Hoy sólo nos queda decir con María Santísima ¡Gracias Señor por tantas maravillas! Y que nuestro Padre Dios nos dé la fuerza, la entereza, la idea, el vigor para que nuestra Escuela siga adelante y así a construir el futuro que Chile se merece. |
